La nutrición en el ser humano comienza después de la ingesta del alimento, consiste en un conjunto de procesos fisiológicos (digestión, absorción, metabolismo) métodos mediante los cuales el organismo utiliza para transformar e incorporar en sus propias estructuras. A través de la nutrición, obtenemos energía, construimos y reparamos estructuras orgánicas y en otras palabras hace posible la vida y mantenerla.
Vamos con la función que cumplen los hidratos de carbono simples e hidratos de carbono complejos, y podemos decir que su función principal es la de aportar energía para las células.
Los hidratos de carbono simples se encuentran en las frutas, la leche, la miel y el azúcar y sus derivados. Las formas más habituales son la glucosa y la lactosa y son de absorción rápida.
Los hidratos de carbono complejos están presentes en las legumbres, la pasta, el pan, los cereales, las harinas, el arroz, las patatas y en los alimentos ricos en fibras vegetales, éstos, de absorción lenta. La importancia del consumo midiendo el efecto de la digestión de los hidratos de carbono es la glucosa, que es el nutriente que usan las células del organismo para producir y quemar energía. Determinados grupos de células, como las neuronas, las células del hígado o las de la sangre, en condiciones de normalidad, sólo pueden usar glucosa para mantenerse vivas y funcionar.
Equipo CTW