Autoconfianza Secretos

“Autoconfianza Secretos: Desarrollando la Competencia para una Confianza Genuina”; desde la década de 1960, un movimiento revolucionario tomó forma en los Estados Unidos y en diversas partes del mundo: el movimiento de la autoestima.

Este movimiento educativo tuvo como objetivo fundamental fomentar la autoestima en los estudiantes, con la creencia de que al hacerlo, la confianza en sí mismos se desarrollaría de manera natural.

Se sostenía que una vez que las personas adquirieran una mayor autoconfianza, estarían mejor preparadas para sobresalir en todos los aspectos de sus vidas.

Durante medio siglo, esta idea se arraigó en la política educativa y se convirtió en un pilar en la forma en que se aborda la formación de los jóvenes. La esencia detrás de esta noción es aparentemente simple y elegante: la autoconfianza se deriva de la actitud que uno tiene hacia su propia capacidad para lograr cosas.

Si las personas tienen una opinión positiva de sí mismas, se supone que la confianza debe fluir de manera natural. Sin embargo, la realidad es más compleja de lo que parece a simple vista.

Resulta que la autoestima superficial o “hueca” a menudo desencadena el temido síndrome del impostor, una sensación abrumadora de que uno no merece el éxito que ha alcanzado y que en cualquier momento será descubierto como un fraude.

Además, esta autoestima mal fundamentada puede llevar a una mentalidad de derecho, donde las personas esperan recompensas y éxito sin esforzarse genuinamente por ellos.

Los logros obtenidos bajo esta mentalidad suelen ser inconsistentes y efímeros en el mejor de los casos.

Curiosamente, muchas veces las personas no pueden replicar sus éxitos anteriores si se basaron en una autoestima superficial. Aunque pueden lograr ciertas hazañas de vez en cuando, no pueden mantener un nivel constante de excelencia.

Falta una base sólida que sostenga su confianza y les permita enfrentar desafíos de manera continua.

La solución auténtica para una confianza duradera y éxito constante se encuentra en la autoconfianza genuina, pero esta debe derivarse de un lugar diferente: la competencia. La palabra clave aquí es “competencia“.

El camino hacia la confianza en uno mismo se basa en ser el mejor en lo que uno hace, en cualquier área que elija. Ya sea en el ámbito académico, profesional o personal, la clave es enfocarse en desarrollar habilidades y conocimientos excepcionales.